Diario Vasco

S.D. EIBAR

«El Espanyol llega a Ipurua en un momento dulce»

Arbilla golpea el balón en presencia de Rubén Peña.
Arbilla golpea el balón en presencia de Rubén Peña. / FÉLIX MORQUECHO
  • El lateral armero Arbilla advierte de que los periquitos «han ido de menos a más y va a ser un partido complicado»

El Eibar espera mañana (13.00 horas en Ipurua) al Espanyol con las espadas en alto. El partido ante el conjunto que dirige Quique Sánchez Flores puede resultar para los armeros el punto de inflexión para afrontar las once jornadas que restan para la conclusión de la Liga entre el sueño europeo o transito por no bajar de esa zona media de la tabla en la que ha estado buena parte del campeonato, el ser o no ser de unas aspiraciones inimaginables al principio de temporada. El Espanyol no descarta apostar por Europa, mantiene las mismas apetencias que el Eibar, cuenta con un punto menos que los eibarreses y su gran objetivo es lograr esa séptima plaza que alberga la esperanza de la Europa League siempre y cuando el Barça gane la final de la Copa al Alavés.

Tres equipos suspiran por ese preciado puesto: Athletic con 44 puntos y séptimo ahora mismo; el Eibar con 40, octavo y, el tercero en discordia, el conjunto perico con 39. Todo en un pañuelo. El Espanyol que fuera de Cornellá ha logrado 16 puntos con cuatro victorias, cuatro empates y cinco derrotas, concede su transcendencia al duelo de Ipurua, sabe que juega gran parte de sus opciones continentales. En resumen: ambos equipos apuran Europa. Los dos últimos partidos de los eibarreses se han saldado con una derrota en casa ante el Real Madrid y un empate en El Sadar con el colista Osasuna, que tuvo lecturas varias.

Pasadas las jornadas y de cara al choque de mañana, si el partido cuenta con sus connotaciones especiales para Eibar y Espanyol, tampoco es ajeno a ellas el polivalente lateral Anaitz Arbilla quien fuera su equipo durante las dos últimas temporadas. El jugador navarro lleva jugados 1.192 minutos y en este momento tiene un papel definido, es de los hombres en los que confía Mendilibar. A su juicio, el partido de ante los periquitos va a ser «complicado porque el Espanyol ha ido de menos a más y está en un momento dulce. Vienen en una buena dinámica, saben a lo que juegan».

Arbilla espera un Espanyol «replegado atrás y saliendo a la contra. Va a ser complicado pero vamos a intentar marcar nuestra intensidad y ritmo de al partido, hacer el fútbol que hacemos habitualmente en casa y que noten nuestra presencia». Confiesa que para él será un partido «especial porque pasé dos años muy bonitos allí y he dejado amigos». Ha negado que su equipo haya bajado el ritmo en los últimos partidos y ha destacado que «estamos haciendo una segunda vuelta espectacular al mismo tiempo que asume que perder en casa ante el Real Madrid entra dentro de lo esperado y que en el partido ante Osasuna, que acabó en empate señala que «nos enfrentábamos a un equipo para el que era un partido a vida o muerte».

Mendilibar, que está negociando con la dirección deportiva su futuro al frente del equipo armero una temporada, ofrecerá hoy la habitual rueda de prensa prepartido, en la que, además de expresar sus impresiones del partido, facilitará la lista de convocados.

Rico y Nano, únicas bajas

Tener la enfermería desahogada en vísperas de un partido es una gran noticia para cualquier entrenador, en este caso para José Luis Mendilibar que, por cierto, cumplirá mañana su tercer partido de sanción frente al Espanyol. No estará sentado en el banquillo porque cumple castigo tras ser expulsado por Undiano Mallenco en Anoeta el pasado 28 de febrero.

En este momento, salvo las ya conocidas ausencias de Fran Rico y Nano Mesa, el resto de la plantilla está en condiciones. En el parte médico del club, emitido a media tarde de ayer, no se leía ninguna noticia de alcance, no había nada nuevo que no se conociera, lo cual es un buen apunte a estas alturas de la temporada. Fran Rico prosigue con su recuperación de una ostreocondritis en la rodilla derecha y el delantero Nano Mesa también va restableciéndose de su rotura de fibras en el recto anterior del cuádriceps izquierdo.

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