Son eibarreses, viven en Vitoria y el equipo armero ocupa su corazón. Estas son las tres características comunes, pero no indispensables, entre la mayoría de miembros de la peña Eibar-Gasteiz. Y es que también los hay que no han nacido en la ciudad armera o los que además del Eibar también son fieles seguidores del Alavés. Lo que sin duda comparten los 52 socios actuales de esta peña es su afición por el fútbol y su apuesta por unos valores que van más allá de lo deportivo.
La Eibar-Gasteiz tiene apenas un año de vida, pero algunos de sus miembros ya se juntaban desde mucho tiempo antes, en concreto desde 1999 para disfrutar de comidas, cenas, ver algunos partidos o celebrar cada 30 de noviembre el día de San Andrés. Hace años que les rondaba por la cabeza formar una peña futbolera y se decidieron a hacerlo en 2015, coincidiendo con el 75 aniversario del club. «Es una manera de unir a todos los eibarreses que vivimos en Vitoria, que somos muchos. Todos aquellos que vinieron con el éxodo industrial en los 60 y 70 y todos los que han ido llegando más tarde y ya tienen hijos vitorianos. Es una forma de juntarnos y compartir lo que nos gusta», explica Aitor Buendía, presidente de la asociación.
El conjunto armero, que tiene peñas repartidas por todo el mundo, desde Noruega a Ecuador pasando por Israel o Estados Unidos, también les animó para que dieran el paso. Desde hace un año han convertido el bar Toloño en su sede oficial y Juan Mari Aretxabaleta ejerce como orgulloso presidente de honor. «El germen de lo que somos ahora surgió hace muchos años, al final el equipo es solo una excusa para formar una peña de amigos y pasarlo bien» reconoce Peio Bengoetxea, eibarrés residente en Vitoria desde 2001. Para su escudo oficial eligieron la cruz de San Andrés, que comparten las banderas de Vitoria y Eibar, y un paraguas, emblema de Celedón, en sustitución del balón de fútbol. «Es que somos eibarreses pero también vitorianos por supuesto, no perdemos nuestras raíces pero estamos encantados de cómo nos ha acogido esta ciudad tan maravillosa».
En busca de savia nueva
Ese escudo oficial de la peña es junto con los colores azulgranas el protagonista de las camisetas que se han creado para el derbi del domingo, y es que la ocasión lo merece. Además, en ambas mangas puede leerse 'Bihotz armagina' (corazón armero), en una de ellas luce la estampa del Caminante vitoriano llevando dos botijos -como homenaje al oficio del botijero típico antiguamente en las fábricas de Eibar- y en la otra el paraguas del aldeano de Zalduondo. Una veintena de socios la estrenarán en Ipurua, pero mientras txikis como Maialen, Eneko, Intxi o Kimetz ya lucen las elásticas del Eibar en la capital alavesa. «El mayor es del Eibar, pero el pequeño tiene el corazón dividido y también quiere ser del Alavés. Así que como es muy diplomático, dice que quiere que empaten», cuenta entre risas Alberto Gómez 'Silber', padre de Intxi, de seis años, y Kimetz, de diez. Él llegó a 1993 a Vitoria, como muchos de sus vecinos «a buscarme las alubias», a los pocos meses le acompañaba su mujer Elena y ahora su familia la forman cuatro, que no faltarán al encuentro del domingo.
Desde la peña insisten, no es sólo fútbol. Y es que su motor principal es hacerse eco de esos valores que representa tan bien el conjunto armero. «Somos gente muy trabajadora, pero que disfruta de la vida. Gente a la que le gusta emprender y hacer las cosas bien, y humildes. Buen ejemplo de ello es estar en Primera, que para un club tan modesto es casi un milagro, ¡y con las cuentas totalmente saneadas! Son todos esos valores los que queremos transmitir».
Además, animan a todos sus vecinos residentes en la capital alavesa a que se sumen a ellos, sobre todo a la gente joven para no perder este nexo de unión entre las nuevas generaciones. «Queremos ir rejuveneciendo la peña, pero sin perder ese espíritu familiar que nos caracteriza, nosotros no somos hinchas forofos ni nada por el estilo, tenemos un estilo mucho más tranquilo».
Fijando la vista en el partido que les enfrentará al Glorioso, lo ven complicado, porque todos coinciden en que «el Alavés está jugando muy bien fuera de casa y es peligroso. Le tenemos respeto», apunta 'Silber', ante la afirmación de sus compañeros. «Pero que no se crean que les tenemos miedo, ¡vamos a por todas!».
El resultado del partido es una incertidumbre, lo que saben con certeza es que van a disfrutar y a compartir un buen rato con la afición de los babazorros seguido de una animada comida. Incluso Asun Gorospe, incondicional del Alavés, está valorando compartir coche con miembros de la peña Eibar-Gasteiz para trasladarse hasta Ipurua. Otro ejemplo más de la buena relación entre ambas aficiones.
